ANTONIO SERRANO: un gran hombre, un gran amigo
Antonio Serrano nació en el barrio del Perchel, en los años de hambre de la posguerra. Como tenía una mente despierta y mucha voluntad, pronto entró en la Escuela de Franco, vivero de extraordinarios profesionales, y allí se hizo tornero.
El año 1956, desarrollando su oficio en la construcción de la Térmica, uno de sus jefes, el ilustre gallego José María Alonso Pedreira, años más tarde dignísimo Decano del Colegio de Peritos, viendo a aquel chico tan despierto, le espetó: ¿Niño… por qué no estudias Perito?.
Y a ello se debió que Antonio Serrano, trabajando de día, asistiendo a clase por las tardes y estudiando de noche, acabase la carrera.
Y después…. Una vida llena de éxito laboral como técnico en Seguridad y como Perito Industrial. Sus muchas cualidades las demostró igualmente como secretario del Colegio durante casi 20 años y posteriormente fue elegido Decano por amplísima mayoría. Puso también su inteligencia y su tesón en el afán de conseguir que nuestra profesión se situara en el nivel merecido, y su esfuerzo contribuyó a que España dejase de tener una ingeniería del siglo XIX y alcanzara los estándares europeos de las enseñanzas técnicas.
Antonio Serrano ha sido y será para quien esto escribe -y para muchos- un referente inolvidable, un ejemplo de trabajo inteligente y eficaz, un impulsor de la Cultura y un Decano que consiguió para nuestra profesión y para el Colegio de Málaga el más alto prestigio. Demostró una admirable capacidad para superar adversidades personales, dándonos así un gran ejemplo de entereza. En reconocimiento a sus méritos y su capacidad de liderazgo el Alcalde de Málaga lo eligió para ser Vicepresidente del Consejo Social. Pero sobre todo Antonio Serrano fue una extraordinaria persona y un gran Perito Industrial, cuya pérdida nos conmueve. Descanse en paz nuestro inolvidable amigo.